La gente de mi Machala está más brava que río crecido, como dicen en Zaruma, andan más cabreados que los cuatro pelagatos de Quito que se lo quieren traer paloabajo al lenguaraz de Carondelet, por el asunto de las muertes que causan por andar en la correteadera por ganar pasajeros y meterse al bolsillo pinches 0.25 centavos, ¡es el colmo! ya no se los aguanta, son un mal necesario pero hay que pararles el carro ante tanta irresponsabilidad. No puede ser que manden abarrajando a medio mundo, al que se le pone por delante lo rebasan pegándole una pitada del demonio y encima se la hacen pedazos a la mamacita.
Me pregunto: ¿Qué aconchabe hay entre estos mercenarios del volante y las autoridades transiteriles? A lo mejor y es cierto lo que dice el pueblo popular y las malas lenguas de que pasan un billete a los encargados de ver por las leyes de circulación y callao boca, los choferes intocables e inocentes y los giles peatones a que se los coman los gusanos; y para los vivos familiares las cinco lucas que les da el SOAT y a olvidarse del incidente.
Ojalá se pongan de acuerdo el alcalde y los del tránsito para poner orden de una vez por todas, que se piense el bienestar de todos y no sólo del bolsillito. Avisados están. Vidrios.
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